En realidad es algo que te tendrías que haber planteado antes de leer este post. Debería haber sido uno de los propósitos del año que termina. Si tienes un negocio tradicional, estás perdiendo una serie de ventajas que te ofrece contar con un servicio de ecommerce. Es decir, que tu tienda sea online y esté abierta las 24 horas del día. A fecha de hoy, has perdido una gran cantidad de oportunidades de aumentar tus ventas más allá del mostrador de tu negocio. Desde las rebajas de invierno y verano, pasando por San Valentín o el Black Friday y terminando en la consumista Navidad. Llegas tarde y otros se han comido la parte del pastel que nos has sabido aprovechar.
Con todo, si aún estás dudando, pero crees que 2015 debe ser el año de dar el salto para montar una tienda virtual, estas ventajas quizá disipen tus dudas.
Índice de contenidos
24 horas / 365 días
Con una tienda online el cartelito de cerrado no sirve para nada. Decir esto a estas alturas es una perogrullada, pero a diferencia de las tiendas que necesitan un local para vender, un ecommerce permite estar abiertos las 24 horas del día, los 7 días de la semana y 365 del año. Esta es una de las principales ventajas ya que es el cliente el que elige el momento de compra y no un horario comercial que es posible no se adapte a sus necesidades consumistas.
Además, con la implantación del diseño web responsive, de apps móviles especializadas en compras y la imposición total de dispositivos móviles conectados, ya no hace falta esperar llegar a casa o al trabajo para comprar a través de un ordenador de sobremesa. Ahora se puede comprar haciendo fila en el cine o en la consulta del dentista.
Mucho más que una tienda de barrio
Gracias a un comercio electrónico y haciendo bien las cosas, el alcance que se puede conseguir se multiplica de forma casi exponencial. Dependiendo del marco en el que se quiera desarrollar la actividad comercial (nacional o internacional), el número de posibles clientes es mucho mayor del que se podría alcanzar con un comercio físico. Es posible que un determinado producto interese a personas que no pueden acceder a él porque no viven en la ciudad en la está ubicada la tienda y sólo lo encuentran a través de Internet. Imagina que tu tienda es especialista en ese artículo, esas personas nunca van a pasar por la puerta de tu tienda para comprarlo. Son clientes a ganar o a no tener jamás.
Ahorro de costes
Si comparamos los gastos que tiene montar un comercio físico con los que podría tener la creación de un ecommerce, veríamos que el primero conlleva un coste muy superior. Aunque haya que pagar por el desarrollo de una tienda online, esta siempre será más económica. No hacen falta licencias de apertura, ni un local físico más allá de un almacén, alquileres, gastos comunes,…
Pero si ya se ha hecho el desembolso de invertir en un negocio tradicional, complementarlo con una tienda online supondrá un pequeño gasto si lo comparamos con los beneficios que puede alcanzar.
Ser especialistas, un plus
Como ya he dicho un poco más arriba, tal vez tu negocio se dedique a distribuir una serie de productos tan especializados que son pocos los clientes de tu zona interesados. Con una tienda virtual se puede paliar este hándicap, pudiendo llegar a un público que no está en tu barrio o ni tan siquiera en tu ciudad. El tener un ecommerce muy especializado, con productos muy demandados pero difíciles de encontrar, aunque sea fuera de la zona de influencia de tu negocio tradicional, puede ser clave para el éxito del mismo.
No por hacer una inversión en un ecommerce ya se ha hecho la mayor parte del camino hacia el éxito. El éxito cuesta y es ahí donde tendrás que pagar. Es decir, subir la persiana virtual no es suficiente, hay que invertir tiempo, esfuerzo y también dinero. Como con cualquier otro negocio. Para dar a conocer un comercio online existen diferentes canales, tanto offline como online.
Dentro del online, lo más interesante para promocionar una tienda virtual son las redes sociales, SEO y la publicidad online tipo Adwords. Sin duda, son opciones en las que tendrás plantearte invertir y que son más económicas y eficaces para el comercio electrónico que la publicidad tradicional. Los clientes no llegarán solos.
Un buen trabajo en redes sociales, con una estrategia bien diseñada, puede conseguir crear una comunidad activa y fiel que, al final, será la encargada de hablar bien de tu ecommerce, de los productos a la venta y de sus servicios. Dicha comunidad será quien haga los comentarios y reseñas en redes, los RT y los Me Gusta. El boca a boca de toda la vida.
Las redes sociales, SEO y unas campañas de publicidad online (Google Adwords, Facebook Ads, Twitter Ads) optimizadas y desarrolladas de forma eficaz, son un buen cóctel para llegar a más público objetivo interesado en una serie de productos y marcas.
Mejora de reputación
Desarrollando un ecommerce relacionado con tu tienda de toda la vida, es posible que la reputación de la misma sufra un cambio en cuanto a la percepción que tienen de ella los clientes. Es un cambio de aire que puede llegar a generar un toque más moderno y actual. Es otra forma de mejorar la experiencia de cliente de tu negocio, ya que se da la posibilidad de poder comprar en cualquier momento del día, el catálogo de productos está a la vista con información detallada de cada uno, es más accesible, etc.
Con todo, tener una versión online de tu tienda física no es la panacea que resolverá todos los problemas de tu negocio. Es decir, hace falta trabajo y dedicación, cuidar a los clientes y ponérselo fácil para que su experiencia de compra sea buena, segura y repetible. Tampoco hay que olvidar que es necesario planifica con el tiempo suficiente las estrategias de venta para momentos de gran consumo como la Navidad. En definitiva, tener un ecommerce es similar que tener un negocio dentro de un local comercial.
2015 será un buen año para aprovechar todo el potencial que ofrece un ecommerce. ¿Te lo vas a seguir planteando?