Sobre el Vídeo Marketing se ha escrito casi todo lo que se puede decir. Es un de los apartados a tener en cuenta cuando se diseña una estrategia de marketing online. O debería serlo. Los más de 1.000 millones de usuarios únicos que acceden cada mes a Youtube o que el vídeo sea el contenido que más se comparte tendrían que ser buenas razones para que empresas y marcas se planteasen desarrollar campañas enfocadas al Vídeo Marketing y, por lo tanto, a las redes sociales como canal final.
El desarrollo de aplicaciones como Vine, Instagram Video, Snapchat e incluso WhatsApp, su éxito entre el público más joven, han potenciado que los vídeos, de pocos segundos, sean el contenido que más se consume y mejor viraliza.
Youtube sigue siendo el rey
El vídeo online gana cada vez más adeptos, especialmente entre personas de entre 16 y 34 años, que prefieren ser ellos los que eligen qué ver cuando ellos quieren a lo que les ofrecen los canales de televisión tradicionales. En ese sentido, Youtube y su legión de youtubers son el referente con miles de suscriptores, canales y vídeos diarios.
Tampoco hay que obviar cuando se plantea una estrategia de Video Marketing, que Youtube ofrece el sistema de anuncios True View, una oportunidad para realizar y emitir vídeos pensados para este formato de publicidad. El objetivo, que el usuario se olvide de pulsar el botón de “Saltar anuncio” y lo vea completo. Todo un reto que se puede superar si somos capaces de captar la atención del usuario desde el segundo 1.
Un vídeo que se ha subido a Youtube se posiciona 50 veces mejor en Google que un texto
Un vídeo posiciona mejor en Google
Pero el número de visualizaciones que puede llegar a tener un vídeo, los suscriptores a un canal o su viralidad no son los únicos factores a tener en cuenta cuando se decide a realizar una campaña de video marketing. Un vídeo que se ha subido a Youtube se posiciona 50 veces mejor en Google que un texto. Es decir, es mucho más plausible aparecer en primeros puestos con un contenido audiovisual de un solo minuto, que con un sesudo post al que se le han dedicado varias horas. De hecho, hay un 41% de probabilidades de que hagamos clic en un vídeo antes que en un texto.
Eso sí, no basta con subir el vídeo a Youtube y olvidarnos. Hay que optimizar la descripción y el título del vídeo con palabras clave. Google y su algoritmo te lo agradecerán (si lo haces bien, claro).
Redes sociales y Video Marketing
Redes sociales y Vídeo Marketing van de la mano. Por un lado un buen vídeo es un elemento perfecto para la estrategia de contenidos, gracias a ellos se consigue más alcance y se mejora la imagen de la marca que demuestra que cuida lo que publica. Por otro, las redes sociales permiten la difusión e incluso la viralización de vídeos. Si tocamos la fibra sensible a nuestros seguidores con un buen vídeo, llegarán a compartirlo en su comunidad de forma natural.
Facebook ha entendido la importancia del vídeo y es uno de los contenidos que valora su famoso algoritmo cuando decide qué se publica en el news feed de sus usuarios. El hecho de la reproducción automática de vídeos en Facebook, aunque puede resultar molesta e incluso intrusiva, consigue captar la atención aunque sea por unos segundos que las marcas tienen que saber aprovechar de forma inteligente.
10 segundos son suficientes para captar la atención del usuario
En este sentido, gracias al aumento de usuarios de smartphones y tabletas, redes sociales pensadas exclusivamente para generar vídeos están ganando terreno a las ‘tradicionales’, especialmente en el rango de usuarios más jóvenes de entre 16 y 24 años. Vine, Instagram y Snapchat son unos buenos canales para realizar campañas de vídeo marketing originales y diferentes. El condicionante que supone su corta duración hace que la imaginación y el buen hacer sean fundamentales para lograr el éxito entre una audiencia joven pero exigente.
Y es que, probablemente, no hace falta más tiempo para contar una historia, porque 10 segundos son suficientes para captar la atención del usuario y los vídeos que no pasan de los 15 segundos se comparten más que los que exceden el minuto.
Las marcas saben esto y son muchas las que enfocan parte de su estrategia en estos nuevos canales.
Cuestión de tiempo
Vídeos de más de más de 1 minuto no se comparten tanto como los que tienen una duración inferior a este tiempo. Además, vídeos que superan los 3 minutos dejan de ser interesantes para los usuarios. Es mejor contar una historia en forma de serie de vídeos de poca duración que meter un rollo de 10 minutos.
10 segundos. Si somos capaces de captar la atención del usuario en este tiempo es muy probable que vea todo el vídeo.
5 segundos. En ese tiempo tenemos que conseguir que el usuario no tenga la tentación de saltar el anuncio si queremos que nuestra campaña en TrueView tenga éxito.
Con un vídeo de 1 minuto nos ahorramos 1,8 millones de palabras.
16 minutos al mes. Es el tiempo medio que pasan los usuarios viendo vídeos online.
6 y 15 segundos. Esta es la duración máxima de los vídeos en Vine (6 segundos) y en Instagram y Snapchat (15 segundos).
El formato a usar dependerá del mensaje que quiera enviar la marca, del tono y del público al que se dirija. Vídeo tutoriales, animaciones, infografías, vídeos corporativos e, incluso, vídeos interactivos son algunas de las alternativas que podremos valorar en cada caso al establecer la estrategia de marketing digital.
